Hay
de quienes dicen que para poder tener las mejores vacaciones del mundo deben
salir del país, yo solo les digo que recorran lugares que no conozcan, lugares
que pueden estar a la vuelta de la esquina, donde no te piden pasaporte, donde
hablan el mismo idioma que el tuyo, donde no es necesario volar sobre las
nubes, donde te das cuenta que de dónde eres también hay lugares hermosos a
donde llegar, paisajes que hacen que te enamores más de tu país, historias que
cuentan un poco sobre tu cultura, mitos, leyendas y rutas cortas donde no
necesitas un gran equipaje, muchas veces ignoramos lo que nos ofrecen nuestras
tierras y olvidamos darle el valor que se merecen, conozcan su ciudad, su
estado y el país de donde son, aprendan cosas nuevas y aprecien lo que ella te
puede mostrar.
En vacaciones de Semana Santa, un grupo de amigos y yo organizamos
una salida sin rumbo en nuestro propio país (Venezuela) donde empezaríamos con
una pequeña visita a las Ruinas del Fuerte San Vicente que se encuentra ubicado
en el municipio Nirgua del Estado Yaracuy y el resto sería improvisado. Alex Paul (al Volante), María Esperanza (mi hermana), María de los Ángeles (la
Chef), José Antonio (el Abogado), su novia y por último y no menos importante Daniel Sevilla (mi persona), un grupo de seis amigos dispuestos a conocer un poco.
Para empezar el paseo llegamos a Nirgua a
las Ruinas del Fuerte de San Vicente, un enorme muro de piedra construido en la
época de la conquista, se dice que la corona española construyo esta fortaleza
para proteger y albergar a sus delegados y les sirvió para defenderse de los
continuos ataques de los indios NIVAR, Antiguos pobladores de los Valles de
Nirgua.
Después
de conocer la historia de estas ruinas, a José Antonio se le ocurre la idea de
ir a las Lomas de Cubiro ubicado en las montañas al sur de Barquisimeto en el
Estado Lara, un camino de hora y media desde Nirgua, al llegar a este antiguo pueblo
agradable apreciamos un ambiente frío y con una espectacular vista, con lomas
totalmente verdes rodeado de tiendas artesanales y puestos de comida hasta un
pequeño camino para montar a caballo, recomendado para compartir en familia.
Fueron visitas cortas pero muy agradables,
compartiendo con muy buenos amigos y disfrutando del momento. Eran las cinco de
la tarde y ya era hora de salir de Cubiro, Alex Paul hace una llamada y nos
sorprende diciendo.
-¡Vamos a la Hacienda Santa Teresa!
Esa noche llegamos a la casa de una tía de
Alex en el Estado Aragua a quien él había llamado horas antes, en ese lugar nos
dieron alojamiento donde pudimos descansar y prepararnos para el día siguiente.
Al
comenzar el día, ya todo estaba listo para continuar el paseo, íbamos rumbo a
la Hacienda Santa Teresa ubicado en El Consejo Estado Aragua, este lugar es
conocido por la producción de un popular Ron de nuestro país, el Rugby, la
acción social con la comunidad y la manera tan peculiar de como vinculan la
producción del ron con este gran deporte, en la hacienda fuimos recibidos por
jugadores del equipo de rugby que también trabajan en ese lugar ofreciendo sus
buenos servicios, un campo totalmente abierto donde veías a las personas
disfrutar con sus parientes de distintas actividades, habían personas
aprendiendo a preparar varios tipos de bebidas donde el principal ingrediente
era El Ron Santa Teresa en un pequeño taller de Bartender, otras se tomaban
fotos en un antiguo tren que era el encargado de transportar este valioso
liquido en barriles a otras ciudades en épocas pasadas, y nosotros que
preferimos comprar boletos de un recorrido por las instalaciones de toda la
hacienda, la primera parada del recorrido fue una actividad para romper el
hielo con el grupo, ¡y vaya que resulto! conociendo las instalaciones y
haciendo diferentes actividades conocimos el proceso de como preparan,
almacenan y distribuyen el ron, también degustamos de esas bebidas y gracias a
los efectos del alcohol conocimos la historia de una chica que pasaba un
momento de melancolía por su ex-novio, fuimos los culpables de que ella
disfrutara totalmente ese paseo, imaginen gritarle al chófer que coloque canciones
románticas para después cantarlas y dedicárselas a esa chica, que cualquier
comentario chistoso iba dirigido a ella, hasta personas que ella no conocía le
daban palabras de ánimos, todo terminaba con una sonrisa (recordemos que una
sonrisa es contagiosa, si vemos a alguien triste bríndale de tu alegría, la
felicidad se comparte, no seas egoísta), terminamos el recorrido donde
absolutamente todos disfrutaron y ya era tiempo de escoger nuestro próximo y último
destino, esta vez la idea fue de María de los Ángeles de subir a la gran
capital, la Ciudad de Caracas.

Ya
eran las siete de la mañana en la ciudad de Caracas, el día anterior al salir
de la Hacienda nos fuimos directamente a la Capital, quedándonos en casa de
otro familiar de Alex, ahora la ruta era subir el Parque Nacional El Ávila (por
supuesto que no íbamos a subir la montaña trotando como muchos pensaron,
tomamos un camino más corto y cómodo), para subir al parque llegamos a la
Estación del Sistema Teleférico Waraira Repano, ubicado cerca de la salida de
Mariperez en la Av. Boyacá (cota mil) y tomamos el teleférico, fueron 20 min de
ascenso mostrándonos una hermosa vista de toda Caracas.
Una
vez arriba nos conseguimos con varias tiendas de souvenirs, con ventas de
recuerdos y vino artesanal, comida rápida, chocolate caliente y la famosa fresa
con crema, además de la increíble vista que puedes apreciar desde ese lugar
también encontramos ya en la cima del Ávila el Hotel Humboldt, un edificio de
14 pisos construido en el año 1956 durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez,
hoy en día las instalaciones no se encuentran abiertas al público pero sigue
siendo un icono en la arquitectura Venezolana, otro de los principales
atractivos de este lugar es la pista de hielo donde los muchachos y yo nos
mareábamos de dar vueltas mientras que María de los Ángeles solo avanzaba 20 cm
por minuto, también se puede apreciar muy buenos y hermosos restaurantes como
lo es La Cantata, donde fuimos invitado por el excelente chef Harry Rivero y
atendido por un equipo altamente calificado, amable y muy atento, donde pudimos
degustar de una muy rica y creativa comida Venezolana al estilo Gourmet y de
buenos cócteles en un ambiente totalmente fresco y cómodo con una vista
excepcional, recomendado para disfrutar en pareja y/o en familia.
Ya
era tiempo de despedirnos de Caracas sin olvidar el ataque de risa que le dio a
mi hermana María Esperanza por causa del vértigo, 20 minutos de terror gracias
a su risa incontrolable (gracias María) y también era tiempo de volver a
nuestras casas, no puedo negar que fue un excelente fin de semana con una ruta
improvisada donde pudimos disfrutar entre amigos lugares hermosos y
entretenidos, donde no fue necesario un sello en el pasaporte y tampoco un
boleto de avión, solo fueron suficiente las ganas de conocer y de pasarla bien,
tres días donde seis amigos que comparten el mismo gusto de explorar dieron a
conocer que en nuestras tierras también se disfruta, así que no lo pienses mucho
y escoge un destino dentro de tu país, preferiblemente un lugar que no
conozcas, explóralo con tus amigos o familiares y escribe tu propia aventura.
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